lunes, 9 de julio de 2012
La pintura y yo.
La pintura y yo.
La pintura está dentro de mí, o yo dentro de ella.
La pintura en mural es lo que más me gusta. Es compartir el espacio con la pared, el piso, el aire, y la gente que está contigo mancomunando ideas.
Uno frente a la pared comienza a entablar un diálogo con ella. Siempre está fría y muy porosa y hay que romper el hielo. La primera parte es dura, es justamente, “como hablarle a la pared”. Pero después de unos minutos las tratativas son positivas. La pared cede ante el pedido de ser pintada. Su porosidad y su dureza frente al pincel se van haciendo caricia. Las telarañas y los bichitos van huyendo hacia otro lugar. La obra de arte, anguloso bosquejo con imperfecciones, va tomando forma. Las aristas se van redondeando. Los rostros adquiren expresión. Los niños comienzan a sonreir y los pájaros a volar. Cuando la noche está entrando, los detalles vienen a poner la música a la pintura. Todo cobra vida, los personajes en la pared comienzan a bailar. Listo, el trabajo a terminado y mañana, una hermosa pared alegrará por unos cuántos años a los vecinos el lugar. Y eso es magia.
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Buenísimo Lisa me encanta tu blog y muy buenos tus trabajos!!!
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