martes, 27 de agosto de 2019

dios romo strikes again

dios romo lo hizo otra vez. un dios bajo, fútil, con los ojos hundidos, torcidos, deformes, cara aglutinada, dominada por sus propios miedos.
una mueca horrible en su rostro lo vuelve más desproporcionado, caricaturesco. algo hace que se su peso se balancee y va dando tumbos, mientras suelta alaridos inintelegibles.
dios romo piensa que da miedo pero solo causa pena. dios romo piensa que salen blasfemias de su boca, pero apenas salen maullidos. dios romo está hueco como un árbol añejo. hueco su cuerpo y hueca su alma, que se derrite como la cera de una vela.
dios romo pasa desapercibido y hace cualquier cosa para adquirir adeptos, aunque sea quisiera comprarlos.
dios romo anhela que muchos se tiren a sus pies, pero solo logra una imagen triste. gente que parece venerarlo, pero en realidad, se trata solo una ilusión, como esas imágenes que veían los hombres de la caverna de Platón.
dios romo en su locura vislumbra muchas caras sonriéndole, muchas manos aplaudiendo, muchas cabezas asintiendo, pero después, en un microsegundo de lucidez, que es todo lo que tiene, se da cuenta del ardid y solo tiende a intensificar esa mueca estúpida en su boca, como un payaso triste, como un juglar que nadie desea escuchar.
dios romo se piensa con un gran falo, con el que dominar distraídas doncellas, pero apenas puede sostener su rigidez.
dios romo domina la técnica de la palabra que jamás pudo sustentar.
dios romo, das risa, no sigas más. te chocás la cabeza torpemente una y otra vez porque ni siquiera ves donde está la pared.

No hay comentarios:

Publicar un comentario