En '94 se perfilaba como un gran año. El 3º de lo que yo llamo, "mis años dorados", más o menos situados desde el '92 a mediados del '97. Me despertaba con unas ganas enormes de vivir, de conquistar, de desafiar los límites, de explorar y conocer todo. En el '93 empecé a escuchar el programa de Sergio en la FM Suburbana 96.3. Sergio fue el responsable de mi adicción a la música, en gran parte. (Hoy día Sergio ya no tiene absolutamente nada que ver con la música, el rock ni nada por el estilo, sólo sigue siendo hincha de Vélez). Así que, prácticamente todas las grandes bandas me llegaron por sus medios. Y llegaron ellos.
No puedo explicar muy bien qué significaban en ese momento para mí, LOS RAMONES. Ya con el primer tema escuchado me declaré fan, fue un eterno amor a primera vista. A primera escuchada porque aun no había visto ni una sola imagen de ellos. Pero los amaba. Creo que lo priemro que escuché fue Ramonesmanía, Mondo Bizarro y,,,Acid Eaters. Apenas esos discos bastaron para que supiera que había ingresado a un mundo paralelo, porque eso era en donde estaba inmersa. Un mundo paralelo donde las normas eran,,,la no norma. Las normas eran las mías. Yo y ellos. Y algunos más, en la secundaria. Éramos muy pocos los que escuchábamos Rock, y estábamos un poco tímidos para conocernos o vaya a saber. No tenía amigos que escuchaban la banda por afuera, al principio. Así que todo era muy novedoso y sectario, como un chocolate que te comés solo, y lo disfrutás.
Así que ese año, en donde la luz del sol siempre brillaba más a la mañana, un día me enteré de la noticia: Los Ramones tocaban en Vélez. No sabía muy bien qué significaba aquello, o sea, para mí ellos eran como dios y no me cuadraba la idea de que iban a venir a tocar acá. (Convengamos que para esa época ni sabía que había otros fans, mucho menos que ya habían venido por acá varias veces). No tenía ni idea en donde estaba Vélez. Tampoco me preocupé tanto en averiguarlo. Sobre todo porque mi vieja sentenció, -"No irás a Vélez".
En esa época los padres controlaban mucho más a sus hijos que ahora, y la soguita con la cual tiraban era el maldito dinero. No iría y ya estaba todo dicho. Me quedé agobiada por la noticia, pero de todas maneras escuché el recital por la radio, y unos días antes fui a la Capital (por trámites o algo así) y me traje un pedazo de afiche de ese show. Y ahí comenzó mi sueño. La próxima vez que vinieran, iría sí o sí. Cueste lo que cueste y, caiga quien caiga.
Al año siguiente las cosas siguieron igual, escuchábamos Cuál es todas las mañanas y Heavy Rock n' Pop a la noche. Ya habíamos roto la cáscara del huevo y salido a la superficie para pispear. Había más gente que escuchaba la banda por Calzada. Y nos hicimos amigos. Hicimos nuestra logia. Bueno, desde el día aquel de Vélez, comencé a juntar en una bolsita de nylon monedas de $ 0,10. Obvio que no juntaba siempre, no todos los días había dinero disponible. (También había que comer en el buffet del colegio). La onda es que dios se hacía presente de nuevo, la noticia llegó en la Heavy Rock N' Pop,,,y me desarmé toda. Soñaba todas las noches previas con un estadio infinito, que los veía como a 100 kms, etc.
Bueno, así que legó el gran momento y ni en pedo había juntado toda la guita, mi vieja no me dejó ir al recital, como era de esperar, pero fui lo mismo, lo demás, en la anécdota siguiente que más me gusta recordar, mi acto más osado de esos años y quién iba a pensar que iba a marcar el resto de mi vida, ese 6 de octubre estuve entre las huestes ramoneras en Obras, y lo demás, lo demás es historia.